Vehículo dispensador de combustible

La carga de combustible para un avión -ya sea de ala alta o de ala baja- es más compleja que para un auto; requiere equipo especializado, con tecnología avanzada, que CIATEQ ya produce.

Los dispensadores de combustible desarrollados en CIATEQ, Centro de Tecnología avanzada, son equipos que se conectan a un hidrante -instalado bajo la superficie de rodamiento de aeronaves en los aeropuertos- del que se extrae el combustible a presión: se hace la conexión a una válvula especial, que pasa a través de este equipo móvil, que incluye un filtro, un medidor y otra válvula que se conecta al avión. Cuenta además con un sistema de radio frecuencia que envía los datos de lo que se está abasteciendo.

El primer equipo de este tipo fue hecho por CIATEQ para aviones de ala alta y se montó en un Ford 400 al que se instaló un elevador para facilitar las maniobras. Posteriormente se hicieron pruebas con un vehículo Mercedes para el dispensador de ala baja y a partir de ello, se desarrollaron 15 dispensadores para aviones de ala alta en vehículos modelo Liner de Mercedes y que se pueden ver actualmente en prácticamente todos los aeropuertos de México.

Una de las principales ventajas de este equipo es que sustituye al que anteriormente era importado; es un diseño nacional que ya es propiedad de ASA. Otra ventaja es que está hecho todo de acero inoxidable, lo que ayuda a un mejor mantenimiento, sobre todo en aeropuertos ubicados en el nivel del mar. Esto lo hace un poco más caro, pero se conserva mucho mejor, por más tiempo.

Desde el primer prototipo producido por CIATEQ, se han desarrollado diversos modelos y cada uno tiene innovaciones y es mejorado. El modelo de dispensador más reciente, es mucho más compacto y está montado en un vehículo Diesel.

Este equipo dispensador, que hace la conexión entre el ducto y al avión, debe ser muy seguro para evitar la más mínima fuga en el suministro, que puede llegar a 300 galones por minuto. Cuenta además, con un sistema de seguridad que al momento de conectarse, frena las llantas para impedir cualquier movimiento; tiene manómetros, compresor de aire y un tanque de recuperación, para despresurizar y recibir el combustible, una vez lleno el tanque del avión. Cuenta además con una válvula que se opera con un mecanismo inalámbrico de manera que permite mayor movilidad al operador, ya que en otros equipos similares, es necesario hacer todo el procedimiento de manualmente.

Juan Carlos Jáuregui